¿Existe un Universo Paralelo?

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En un informe del Daily Star , un experimento de detección de rayos cósmicos realizado por varios científicos de la NASA encontró partículas que podrían provenir de fuera de nuestro propio universo.

El grupo de expertos estaba trabajando con la Antena Transitoria Impulsiva Antártica de la NASA (ANITA). Utilizaron un globo gigante para transportar el dispositivo por encima de la Antártida a una altitud de 37 kilómetros, donde hay aire frío y seco, lo que proporciona la excelente condición para usarlo, ya que hay poco o ningún ruido de radio que pueda distorsionar sus hallazgos y así detectar rayos cósmicos.

ANITA  es un instrumento que detecta neutrinos de rayos cósmicos de energía ultraalta.

La 'llave helada' a los misterios del universo: por qué los ...
imagen del instrumento ANITA en la Antártida.

Estos rayos cósmicos contienen neutrinos, partículas infinitamente pequeñas que viajan casi a la velocidad de la luz. Cuando un neutrino de alta energía se choca en el hielo antártico, genera ondas de radio. ANITA detecta estas señales que emanan de la superficie y rastrea su origen en el universo.

Estas partículas de alta energía son un millón de veces más poderosas que cualquier cosa que podamos crear aquí en la Tierra, y estos neutrinos se han convertido en un gran interés para los astrofísicos, ya que son los únicos que pueden llegar a la Tierra sin atenuarse.

Un globo de helio eleva el instrumento a 37.000 metros de altura. Foto: NASA.
Se observa el globo en el aire y ANITA sobre una grúa. Foto: NASA.

En 2016, examinaron los datos tomados cuando el globo estaba en el aire. Había una señal que parecía ser la huella de un neutrino de alta energía. Pero no era lo que estaban buscando. De hecho, parecía algo imposible. Esta partícula, en lugar de venir del espacio (desde arriba), salía del suelo, como si hubiera atravesado la Tierra desde el otro lado.

Los neutrinos normales de baja energía pueden hacer tal ‘maniobra’ debido a que atraviesan la materia con facilidad. Pero los neutrinos de alta energía no pueden atravesar algo tan sólido como el interior de nuestro planeta, señala la revista especializada New Scientist.

Desde ese momento, los científicos se avocaron a la búsqueda de una explicación. Cuando se les acababan las ideas, en 2018, el instrumento de la NASA detectó otra partícula que salía disparada de la superficie.

Representación de un neutrino. Imagen: Difusión.
Representación de un neutrino. Imagen: Difusión.

En un intento por explicar el extraño suceso, Peter Gorham, físico experimental de partículas en la Universidad de Hawai e investigador principal de ANITA, sugiere que la partícula cambió a un tipo diferente antes de pasar a través de la Tierra y luego de regreso, que es la única forma en que podría suceder, pero «no todos estaban cómodos con la hipótesis».

Es extremadamente raro  que solo ocurra una vez, pero el equipo ha sido testigo de este fenómeno varias veces.

Partículas desconocidas

Ante el desconcierto de los investigadores y su falta de respuestas, el físico Luis Anchordoqui, de la Universidad de la Ciudad de Nueva York (Estados Unidos), y sus colegas encontraron que las señales coincidían con unas partículas consideradas hasta ese momento solo teóricas: los neutrinos diestros.

Llamados así por el sentido en que giran (los neutrinos conocidos giran a la izquierda), los neutrinos diestros se pueden descomponer para atravesar la materia.

La existencia de estas partículas solo es posible si, desde los primeros momentos del universo, ha regido la simetría CTP, aquel principio que dice que las leyes físicas siguen siendo las mismas bajo ciertas transformaciones.

La materia y la antimateria no pueden coexistir, se destruyen. Imagen: Difusión.
La materia y la antimateria no pueden coexistir, se destruyen. Imagen: Difusión.

Una consecuencia de esta simetría es que nuestro cosmos habría contenido cantidades iguales de materia y antimateria, las cuales tendrían que haberse aniquilado entre sí rápidamente. Por tanto, nada de lo que conocemos —tampoco nosotros— existiría.

Entonces, ¿cómo sobrevivió el universo?

El universo paralelo

Neil Turok, científico del Instituto Perimetral de Física Teórica en Waterloo (Canadá), descubrió que, para conservar la simetría CTP, el Big Bang (la gran explosión que originó todo) habría tenido que crear dos universos paralelos. De este modo, la mayor parte de la materia habría sido canalizada en uno, el nuestro, y la mayor parte de la antimateria habría terminado en el otro.

En el otro universo, todo estaría a la inversa, y cualquiera de sus planetas o estrellas estarían hechos de antimateria en lugar de materia. Aún más sorprendente, este antiuniverso se estaría contrayendo en el tiempo, dirigiéndose al origen, en lugar de expandirse como nuestro universo.

Aunque esta sería nuestra impresión. De acuerdo al principio de simetría CTP, para los habitantes del antiuniverso, nosotros estamos a la inversa, regresando hacia el Big Bang y llenos de antimateria. No podemos saber en qué universo estamos realmente, solo que el otro está ‘al revés’.

Turok sabe que gran parte de la comunidad científica se rehusará a aceptar esto, pero es consciente de que ha encontrado una solución, respaldada por los resultados, al misterio de la partícula detectada en la Antártida. Por eso, confía en que su equipo logrará comprobar por completo su teoría.

“Si podemos, ya no habrá competencia: nuestra teoría será infinitamente mejor que cualquier otra cosa”, aseguró a New Scientist.

Sin embargo, todavía existe la posibilidad de que los resultados provengan de un extraño error que cometió ANITA, pero si no es así, finalmente puede probar la existencia de universos paralelos.

«Nos quedan las posibilidades más emocionantes o aburridas», dijo Ibrahim Safa, quien también trabaja en el experimento.

¿La NASA confirma existencia del universo paralelo?

Hasta el momento, la NASA no se ha pronunciado oficialmente sobre esta posibilidad, ya que no se han publicado estudios concluyentes al respecto. Sin embargo, los científicos del proyecto ANITA continúan revisando los nuevos datos obtenidos para despejar sus dudas sobre estas partículas.