Científicos calculan un número de 6000 millones de Planetas similares a la Tierra en Nuestra Vía Láctea

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Cuando se trata del Universo, las cifras pueden llegar a marear. Vivimos en una galaxia que contiene alrededor de 400.000 millones de estrellas, la mayoría de ellas con uno o más planetas, y «ahí fuera», más allá de las fronteras de nuestra Vía Láctea, las galaxias se cuentan por billones.

Ahora, un equipo de astrónomos liderados por Michelle Kunimoto, de la Universidad de British Columbia, acaba de llevar a cabo una estimación del número de planetas de nuestra galaxia similares a la Tierra. Y el resultado son 6.000 millones, una cifra gigantesca pero que supone apenas un pequeño porcentaje del total de mundos que contiene la Vía Láctea. El estudio se acaba de publicar en The Astronomical Journal.

Para ser considerado similar a la Tierra, un planeta debe ser rocoso, aproximadamente del mismo tamaño que el nuestro y estar, además, en órbita alrededor de una estrella de tipo G, similar al Sol. También tiene que orbitar en la «zona de habitabilidad» de esa estrella, la distancia adecuada para que la temperatura superficial del planeta permita la existencia de agua líquida, uno de los ingredientes fundamentales para la vida.

De los cerca de 400.000 millones de estrellas de la Vía Láctea, cerca del 7% son del tipo G. Y eso significa que en nuestra galaxia existen alrededor de seis mil millones de estrellas con capacidad de tener planetas similares a la Tierra.

«Mis cálculos -explica Kunimoto- establecen un límite superior de 0,18 planetas similares a la Tierra por cada estrella tipo G. Estimar lo comunes que son los diferentes tipos de planetas alrededor de diferentes clases de estrellas puede aportar importante información sobre la formación de planetas y su evolución, y ayudar así a mejorar las futuras misiones dedicadas a descubrirlos».

Debido a su pequeño tamaño, los planetas como la Tierra tienden a ser pasados por alto por los instrumentos como la sonda Kepler, dedicados a la búsqueda sistemática de nuevos mundos. Y eso significa que su número resulta muy pequeño en comparación de otros tipos más grandes de planetas descubiertos por los astrónomos. Para superar esta dificultad, Kunimoto utilizó una técnica conocida como «modelado hacia delante«.

«Empecé simulando la población completa de exoplanetas alrededor de las estrellas estudiadas por la misión Kepler -explica la investigadora-. Después marqué cada planeta como ‘detectado‘ o ‘perdido‘, dependiendo de la probabilidad de que mi algoritmo de búsqueda los hubiera encontrado. Luego, comparé los planetas detectados con mi catálogo real de planetas. Si la simulación producía una coincidencia cercana, entonces la población inicial probablemente representaba de forma correcta la población real de planetas que orbitan alrededor de esas estrellas».

El trabajo de Kunimoto y sus colegas también arrojó más luz sobre una de las cuestiones más controvertidas sobre los exoplanetas: la llamada «brecha de radio«. La brecha de radio demuestra que es poco común que planetas con periodos orbitales de menos de 100 días tengan un tamaño entre 1,5 y dos veces el de la Tierra. Kunimoto encontró que, en realidad, la brecha de radio existe en un rango mucho más estrecho de periodos orbitales de lo que se creía. Sus resultados de observación, de hecho, proporcionan importantes restricciones en los modelos de evolución planetaria que explican las características de la brecha de radio.

Fuente ABC