Descubren que Andromeda ya esta impactando con nuestra galaxia

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Las galaxias son más de lo que parece, y ahora los astrónomos han trazado un mapa de una enorme región invisible de nuestra galaxia vecina. Las observaciones del Telescopio Espacial Hubble han detallado el tamaño y la estructura del halo de gas de Andrómeda , y encontraron que ya está chocando con el de la Vía Láctea.

La forma de las galaxias más conocidas (como ser M31 y la Vía Láctea) generalmente se ven como discos planos de estrellas, pero esa no es la historia completa. Alrededor de la mayoría de las galaxias hay una enorme envoltura esférica de gas y plasma que se extiende por miles o incluso millones de años luz (un año luz es la distancia que recorre la luz en un año, siendo aprox. 300 mil km por segundo). El problema es que estas estructuras son muy difíciles de ver, porque las moléculas que las componen son muy difusas y no emiten mucha radiación.

Para estudiar estos halos, los astrónomos analizan la forma en que la luz se filtra a través de objetos mucho más distantes.

Un ejemplo para entender es ver la luz o imagen como se distorsiona cuando atraviesa una burbuja que flota en el aire.

Los quásares son una buena fuente ya que son muy brillantes, pero, en la línea de visión, comúnmente solo la atraviesa una o dos.

Pero para Andrómeda, que está mucho más cerca de nosotros que otras galaxias, los astrónomos pudieron usar 43 quásares esparcidos alrededor del halo. El equipo utilizó el Espectrógrafo de Orígenes Cósmicos (COS) del Hubble para estudiar la luz ultravioleta de estos quásares y cómo es absorbida por el gas en el halo de Andrómeda.

Una ilustración del halo de gas de Andrómeda: el equipo estudió este gas utilizando la luz de 43 cuásares de fondo, marcados aquí como puntos.
Una ilustración del halo de gas de Andrómeda: el equipo estudió este gas utilizando la luz de 43 cuásares de fondo, marcados aquí como puntos.

Andrómeda se encuentra a 2,5 millones de años luz nuestro.

El equipo descubrió que el halo tiene una estructura en capas, con una «capa» de gas anidada dentro de otra. También se encontraron firmas de grandes cantidades de elementos pesados, una prueba irrefutable de las explosiones de supernovas.

“Descubrimos que la capa interna que se extiende hasta aproximadamente medio millón de años luz es mucho más compleja y dinámica”, dice Nicolas Lehner, investigador principal del estudio. “La capa exterior es más suave y caliente. Esta diferencia es un resultado probable del impacto de la actividad de la supernova en el disco de la galaxia que afecta más directamente al halo interno «.

El equipo también descubrió que las capas externas llegan mucho más lejos de lo que se pensaba. El halo se extiende 1,3 millones de años luz desde Andrómeda, y en algunas direcciones se extiende hasta 2 millones de años luz.

La galaxia Andrómeda es visible en nuestras latitudes en primavera sobre el horizonte norte, en la región o constelación denominada Andrómeda (de ahí su nombre) debajo de Pegasus, teniendo su mayor altitud en el mes de noviembre, no superando los 25° de elevación.

Lo intrigante de esa figura es que significa que el halo de Andrómeda ya está comenzando a presionar contra el de la Vía Láctea. Se espera que las dos galaxias choquen y se fusionen en unos cuatro mil millones de años, y parece que ese proceso ya se encuentra en la etapa inicial.

Dado que Andrómeda es muy similar a la Vía Láctea, este tipo de trabajo podría ayudarnos a comprender mejor nuestra galaxia natal; después de todo, es complicado estudiar el halo de la Vía Láctea desde nuestra posición (al estar dentro de ella).

La investigación fue publicada en Astrophysical Journal .