La cápsula aterrizó en Mongolia poco después de la 01:30 hora de China del jueves (14:30 Hora Argentina del miércoles).
Han pasado más de 40 años desde que misiones de Estados Unidos y la entonces Unión Soviética recolectaran rocas y suelo lunar para ser analizados en nuestro planeta. De esta manera China se convierte en el tercer país en lograrlo.
Las muestras permitirán investigar la geología y la historia temprana del satélite natural terrestre.
Esta misión también permitirá perfeccionar las tecnologías necesarias para enviar astronautas chinos a la Luna, algo que China se propuso lograr en 2030.
Chang’e 5, llamada así por una diosa de la luna en la mitología china, fue lanzada el 24 de noviembre desde la isla tropical de Hainan (sur de China).
Se posó en la Luna el 1 de diciembre cerca del Mons Rümker, en una zona montañosa nunca antes explorada con la misión de recoger unos dos kilos de materia.
Después de tomar las muestras, el aterrizador de la sonda tuvo que ascender automáticamente a la órbita lunar, acoplarse con el orbitador y transferir la carga al módulo de regreso, operaciones complejas que se dirigieron por control remoto desde la Tierra.